Dos preguntas
Puede que en esta temporada navideña te encuentres haciendo muchas preguntas, tales como: ¿Por qué no han sacado un nuevo dibujo animado navideño en décadas? (Francamente, Frosty, el hombre de nieve, y una Navidad con Charlie Brown son tan antiguos como, bueno, Rodolfo el reno de la nariz roja.) O, ¿cuál es el propósito de volver a comprar regalos, además…
¿Le importamos a Dios?
«Cuando veo tus cielos», escribió el salmista, «digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria…?» (Salmo 8:3-4). El Antiguo Testamento gira alrededor de esta pregunta. Mientras trabajaban arduamente en Egipto, a los esclavos hebreos les resultaba difícil creer que Dios se ocuparía de ellos, como afirmaba Moisés. El escritor de Eclesiastés formuló la pregunta de un modo más cínico: ¿Hay algo que realmente importe?